Happy Birthay to me

Cuando tenía 5 y 6 añitos la noche antes de mí cumpleaños apenas podía dormir,  sabía que al día siguiente mis padres me iban a organizar una fiesta con toda la familia y algunos amigos de mi colegio en el bar de Rafael (un viejo amigo de la familia) y que no iba a faltar de nada, comida, regalo, dos tartas de cumpleaños… Porque mi hermano y yo lo celebrábamos juntos, ya que el también los cumplía el 13, pero dos meses después.  Pero por regla general era mi fiesta de cumpleaños, y casi todos los regalos eran para mí.

A partir de los 13 empecé a celebrar y organizar mi cumpleaños yo sola, a salir con mis amigos, cenar fuera, y a las doce como mucho en casa, y solo porque ese día era mi cumple. Además de la pequeña tartita con las velas que me sacaban después de comer en mi casa.

Con el tiempo se ha ido perdiendo esa emoción y ilusión a la hora de celebrar mi cumpleaños. Pero cada año siempre había algún detalle que acaba de sorprenderme, aunque fuera cualquier tontería de alguna persona en especial. Por suertes todos los años he tenido mínimo a alguna persona que le ha dado más importancia que yo a mi cumpleaños.  (a excepción de la familia eh? Que ellos siempre van a estar ahí)

Este año también he tenido mi sorpresita, y algunos detalles más. Y como en algunos otros años también he aprendido algo importante, algo que a partir de ahora va a estar muy presente en mi forma de pensar.

También decir, que siempre ha habido y creo que siempre habrá algo en mi cumpleaños que nunca me gusta, pero que estaré obligada a hacer… soplar las velas… es algo que me pone muy nerviosa (desde siempre) y me da mucha vergüenza que la gente empiece a cantar.  No digo que no sea un lindo detalle y demás… pero personalmente me pone de los nervios.

Poco más que contar de ese día, este sábado intentare celebrarlo por la noche saliendo con algunos amigos y poco más.

Y por ultimo dar las gracias a esas dos personillas que han sabido sacarme una sonrisa ese día. 

Besitos a los que siempre leen. 

13 de Septiembre.