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~Soy I~

  • Soy una cobarde, me da miedo la mayoría de las cosas. Casi todos los insectos, las alturas, que la gente me siga por detrás etc…
  • Suelo recordar cosas o momentos que los demás no les da importancia, y lo peor de ello que cuando quiero olvidadlos no lo consigo.
  • En verdad me gusta todo tipo de música, incluso algunas (muy pocas) canciones de reggaetón. Pero mi género favorito es el Heavy nacional, y lo que más valoro de una canción es la voz del cantante. Si un cantante no me gusta, el grupo tampoco.
  • Soy muuuy vaga, me encanta dormir, y si por mi fuera me pasaría el día sin hacer nada.
  • Me gusta estudiar, aprender cosas nuevas e incluso estudiar en la universidad. Pero gracias a mi  falta de concentración y mi pereza soy pésima para ello. Aunque aun no me he dado por vencida.
  • Odio que me miren cuando estoy haciendo algo. Ejemplo cuando escribo o cuando limpio, me pongo nerviosa y acabo metiendo la pata, hasta tal punto de sentirme una inútil.
  • No soporto que me corrijan, suelo cometer muchos errores, escribiendo o incluso hablando, aun sabiendo que he cometido un error.
  • Cuando me deprimo me da por limpiar inconscientemente, me relaja y pienso que cuando termine se acabaran los problemas.
  • No se estar callada, me cuenta mucho no contar algo sobre mi (no hablo de secretos, si no de lo demás) cuando me propongo hacer alguna sorpresa o simplemente hacer algo en secreto acabo contándoselo mínimo a una persona.
  • No puedo ir por la calle sola. Me da verdadero pánico, y desde que trabajo en la tienda lo paso fatal en los autobuses, la única manera de “aislarme” es con el mp3.Cuando voy sin música siento que la gente me vigila o me sigue, y acabo teniendo un ataque de pánico.
  • Me cuesta mucho definirme, es más, me está costando la propia vida hacer este “Soy”
  • Me encanta leer y escribir. Prefiero leer texto y anécdotas de gente conocida o desconocida (blog, fotolog etc…) antes que un libro de un famoso escritor, me parece más interesante.
  • La mayoría de las veces empiezo a escribir por la noche, no sé si será porque me viene la inspiración o porque estoy más cómoda. Además de que le doy mil vueltas  antes de publicarlo.
  • Soy una adicta a la “comida basura” y a la coca-cola. En el McDonal siempre me pido lo mismo un Happy Meal, y un mini capricho, además de que tengo guardado casi todos los juguetitos del happy meal.
  • Soy una persona muy insegura. No estoy contenta con mi cuerpo y eso me hacer tener dudas a la hora de arreglarme. Por eso suelo hacerlo muy poco.
  • Suelo ser muy paciente y demasiado buena a veces con la gente. Por eso la mayoría de las veces me llevo muchas decepciones.
  • Soy muuuy desordenada. Me cuesta mucho tener las cosas en un mismo orden, aunque siempre se donde están mis cosas. Una de mis típicas frases es: “dentro del desorden esta mi orden”
  • Me cuesta mucho expresar lo que pienso o lo que me molesta. Suelo ir guardándome las cosas hasta no poder más y reventar. A lo largo de mi vida solo me han visto dos veces seriamente cabreada.
  • Me expreso mejor escribiendo que hablando. Y eso normalmente me trae problemas.
  • Suelo hablar en sueños. E incluso cantar. No es la primera vez que me pongo a contar lo que he hecho por la tarde y mi madre se entera de todo. Desde entonces cierro la puerta de mi habitación.
  • Me encanta los perros, pero después de mis experiencia con ellos, cuando me valla de casa de mis padres no pienso tener más. 
  • Tengo demasiadas manías, algún día las contare todas aquí.

¿Solo Fechas?

Ayer hablando con unos amigos me acorde de varias cosas, y todas estaban relacionadas con las fechas.

Desde siempre he tenido la facilidad para recordar las fechas, no TODAS! Pero si las que para mi han sido importante o simplemente me han llamado la atención. Puede sonar algo egoísta, pero es algo que no se puede cambiar.

Puede que me digan “acuérdate de mi cumpleaños” y solo por eso seguramente se me olvide, pero después soy capaz de recordar varios cumpleaños diferentes.

Y hoy estando en la tienda me he puesto a pensar en ello, y a intentar recordar varias fechas, en ese momento han salido estas, pero sé que hay muchas más en mi cabeza.

~Fechas~

16 de Febrero
10 de Abril 2010
18 de abril
29 de abril 2010
8 de mayo
5 de junio
1 de julio
3 de agosto2010
15 de agosto
7 de septiembre
11 de Septiembre.
12 de septiembre
13 de septiembre
3 de octubre
15 de octubre
31 de Octubre
27 de octubre 2007
6 de noviembre
11 de noviembre
13 de noviembre
19 de noviembre

Si alguno de mis lectores saben adivinar todos los motivos de cada fecha  su significado, tendrá un premio xD

Besitos a los que me leen.

En el Mes de Mayo ¿Se puede pedir mas?



~En el Nove~ 22/05/11




 















Frases del Dia:
Shere: Quiero una mujer entre mis piernas.

Sombrerero: Yo es que bebo de todas vosotras
Furia: Yo siempre soy tu primera vez


22 de Mayo del 2011

Sueños I

¿Qué son los sueños? No me refiero a los sueños que queremos cumplir a lo largo de nuestra vida. Sino a los que tenemos por las noches. Científicamente son solo imágenes que proyecta nuestro celebro mientras el cuerpo descansa. Pero quiero pensar que son mucho más.

Esta noche mis sueños no eran raros, ni normales, ni si quiera eran sueños…solo eran recuerdos. Mi mente se convirtió en una caja llena de imágenes, fechas, y recuerdos. Algunos muy lejanos, otros muy cercanos.
Me he pasado la noche dando vueltas en la cama, y cada vez que conseguía dormirme, me volvía un recuerdo a mi mente, con todo detalle de las cosas, o de esas personas.

¿Por qué lo cuento aquí? No sé, es mi blog y tenía ganas de contarlo.

Frase del Día: Tuve que aprender a ser sin ti"

Besitos a los que siempre me leen. 

Agorafobia, algo más que miedo a los espacios abiertos

La agorafobia es el temor a espacios abiertos y, por extensión, otros espacios de los que puede resultar difícil o embarazoso escapar: grandes almacenes, ascensores, puentes, silla del dentista o del peluquero, etc. En un gran número de casos este temor está relacionado con el sufrimiento pasado o presente de crisis de ansiedad.

El caso de Pepa: “No puedo ir sola. ¡Me desmayaré!”

Pepa comenzó a tener crisis de pánico cuando tenía 22 años. Sus crisis solían comenzar con cierta opresión en el pecho que luego daba lugar a una sensación de vértigo creciente. Todo le daba vueltas y su gran miedo era llegar a desmayarse y golpearse la cabeza al caer, muriendo desangrada. Conforme se hicieron más frecuentes la crisis, notó que parecía que había lugares en los que era más fácil que le diera la crisis. Sus lugares temidos eran aquellos donde había grandes aglomeraciones de gente, como ocurría en los grandes almacenes y en el supermercado. Al principio, comenzó evitando las horas punta, pues de ese modo se sentía más tranquila y parecía prevenir la aparición de nuevas crisis. Posteriormente tuvo que convencer a su marido para que se las arreglara solo con la compra, pues ella se veía incapaz de acudir al supermercado (sola o acompañada). Pepa perdió la oportunidad de consolidar su plaza como profesora debido a que no pudo ir a realizar un curso que necesitaba por el mero hecho de impartirse en una ciudad cercana y tener que desplazarse sola en autobús.

El trastorno

A veces, cuando una persona desarrolla un trastorno de pánico por la experiencia repetida de crisis de ansiedad, ocurre que tiende a tener las crisis con más frecuencia en determinados lugares (supermercados, cines, aglomeraciones de gente, etc.). En esos casos es fácil que asociemos esos sitios con el hecho de tener una crisis de ansiedad —algo parecido al enchufe y el grito—, entonces puede ocurrir que “solucionemos” el miedo a tener una crisis de ansiedadevitando los lugares en los que pensamos que es más fácil que nos den las crisis. Dicha evitación nos puede llevar a problemas diversos y en tal caso habríamos desarrollado un trastorno fóbico que se llama agorafobia.
La persona con agorafobia puede evitar muchas y variadas situaciones, desde las ya mencionadas (aglomeraciones de gente) hasta otras menos evidentes según el significado literal del término como: pasar por puentes, viajar en avión, utilizar ascensores, etc. En realidad, para el agorafóbico que ha tenido o tiene crisis de pánico, cualquier situación en la que pueda ser difícil escapar o conseguir ayuda si tiene una crisis se vuelve potencialmente peligrosa ante sus ojos.
No siempre la agorafobia está relacionada con el trastorno de pánico. En un número menor de casos, las situaciones descritas se evitan por miedo a otros elementos que nada tienen que ver con las crisis de pánico. Yo he tratado menos pacientes de este tipo, pero ahora recuerdo un joven que había tenido una experiencia muy desagradable viajando en autobús. Había bebido mucha agua antes de iniciar el viaje y cuando aún faltaba una hora para llegar al destino, comenzó a sentir cierta urgencia urinaria. El autobús no disponía de aseo y eso resultaba aún más agobiante para el joven viajero. A medida que aumentaba la opresión en su vejiga, por su mente pasaba de todo: solicitar al conductor que parase y orinar en la carretera (lo que le producía una gran vergüenza), aguantar como pudiera hasta el destino, e incluso ¡orinarse encima!. Finalmente llegó a su destino, pero con un gran dolor que luego le impidió orinar normalmente hasta pasadas unas horas. A partir de ese incidente comenzó a evitar beber agua antes de los viajes, evitaba los autobuses que no llevasen aseo, evitaba beber agua antes de entrar al cine y cada vez que se ponía nervioso tenía sensaciones de necesitar orinar (aunque luego eran falsas alarmas).

La clave del trastorno

La agorafobia se mantiene principalmente por evitar los lugares temidos. Es importante subrayar que las crisis de ansiedad no se producen por ir a esos lugares. Lo que ocurre es que en esos lugares se dan las circunstancias propicias para que se produzcan los síntomas que disparan la crisis. Síntomas que, por otro lado, son completamente inofensivos. A partir de ellos, comienza la interpretación catastrófica de las sensaciones corporales, pero ahí comienza otro problema: el trastorno de pánico.
El hecho de evitar esas situaciones hace que el agorafóbico se vaya recluyendo más y más en un falso círculo de seguridad , llegando a quedarse aislado en casa (a veces por más de 20 años, como le había ocurrido a un paciente de nuestra clínica).

Por: Dr. Pedro Moreno.